-¿Aun piensas, cielo; que esta trágica noche de la muerte inesperada, del agua helada, de ropas rasgadas, de lágrimas derramadas y de tan mágica aventura termina aquí y ahora? Yo te diré que aunque yo muera por tí, él violín de mi corazón seguirá sonando mientras te acuerdes de mi. Latirá en él fondo de este océano, bajo cadáveres desgastados y pronto nos volveremos a ver, pero esa vez navegando en él Titánic de los cielos...
Te quiero.- con esas palabras y un beso él dejo su último aliento...
La historia que nunca olvidé. La que solo se oculta en mi soledad. La que marca mi todo. Y la que se refleja en ti.
viernes, 4 de marzo de 2016
Brújula perdida...
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