Contigo llegó mi perdición y tu nombre quedó escrito en mi corazón. Le corté las alas a mi ángel de la guarda y te las puse a ti. Los segundos pasaban, los minutos, las horas, los días y tan solo miraba como las gotas de agua se unían en el cristal y comenzaba a pensar en ti. El amor me inundaba desesperadamente y estabas presente en todo lo que hacía y decidía. Imaginaba un futuro contigo y conseguias dibujarme una sonrisa. La gente me miraba como si estuviese loco, pero me daba igual, pus estaba viviendo mi locura contigo. Aparecías en mis sueños. En mis alegrías y en mis tristezas. Observaba las nubes y formaba tu rostro sin querer. No comprendía un mundo en el que tú no estuvieras. Ahora entendía mi misión en la vida: quererte sin un limite y sin ninguna norma. Llevarte al lugar mas seguro que conocía; mi corazón...
AGRADECIMIENTOS:
MARIA FEREZ Y NAYARA CARRILLO.
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